“La noche de los lápices” es una película que vi seguramente cuando era tan niña que solo pudo provocar impacto por la crudeza y la respectiva pena, pero a mis 8 o 9 años no creo haber tenido la conciencia suficiente ni la madurez para entender lo que veía.
Al verla ahora a mis 27 años, el impacto no es el mismo, siento una vergüenza de mi misma, porque reconozco haberme mantenido al margen por opción propia de muchos temas, en lo que ha sido parte de mi juventud, que de a poco me abandona.
Es una realidad del país vecino, pero ¿que tan lejos estuvo del nuestro?
Talvez porque soy madre ahora y la realidad me preocupa y el futuro también es que de a poco y gracias a la gente que me rodea, estoy despertando a estos temas que por esta maternidad que vivo, amo y defiendo, me han llegado a interesar.
Como es posible que existan atropellos tan grandes en este mundo, bajo la mirada de un Dios al que he venerado toda mi vida, quiero entender, quiero saber, quiero saciar, quiero aportar, quiero que mi hijo no sea el ignorante a conciencia que he sido yo.
No quiero volverme inconsecuente, ni hablar como los abanderados al peo que tanto detesto porque saber y conocer, es una responsabilidad que se adquiere y de la que no puedes escapar, te lleva a tener esa obligación con uno mismo, de no cerrar mas los ojos, de no seguir mas la masa, de “aprender a desaprender” de “soltar la teta y caminar” de “demostrarnos que podemos vivir por nuestra cuenta en nuestra casa” y así tantas cosas…alguna vez escribí algo sobre el despertar …yo desperté a la vida en muchos aspectos, al dolor, a las perdidas, a quererse como mujer y no permitir que nadie te diga como tienes que criar a tu hijo o como tienes que vivir una separación , de hablar desde el YO SIENTO, YO CREO…pero creo que también me llego la hora de dejar caer esta opción, la estar al margen…dejar caer y tomar otras, no pretendo abanderarme, solo estar mas consiente y despierta…no pretendo llenar mi boca con discursos que luego me hagan caer en inconsecuencias, solo quiero terminar de abrir los ojos, para criar a mi hijo sin vendas en los suyos, el no tiene un padre que lo pueda hacer, pero tiene a esta madre que hoy siente la responsabilidad no solo de amarlo, vestirlo y mimarlo, si no de hacer de el un aporte a esta sociedad, un hombre prudente, de ojos abiertos ,lengua expresiva y acciones nobles , por mi hijo, tengo la obligación, de terminar de despertar.